viernes, 2 de mayo de 2014

“LA PERCEPCIÓN DEL ENGAÑO” Escribe Fredy Ramírez Barrera. DRA 2-5-14


Pretender atacar a los gobernantes de turno debido a problemas sociales que se pueden catalogar como de índole histórica es una constante. Hoy los comentarios populares van dirigidos hacia el General Otto Pérez, la Licenciada Baldetti, o en su defecto a la Licenciada del Águila, ministra de Educación y otros funcionarios. Mañana será a quienes ganen la campaña del 2015. Claro que es espeluznante cuando el contenido conceptual de esa “crítica” señala la ineficacia del gobierno para proteger la vida de señoritas, menores de edad, que asisten como alumnas de los establecimientos educativos -hoy sábado 26 de Abril 2014, supe que falleció la hermana de la muchacha que fue abatida cerca del INCA- realmente lamentable, asi como lamentables son, los absurdos enfrentamientos entre pandillas estudiantiles en pleno Centro Histórico, con su respectiva cauda de barbarie. Pero lo más lamentable es la indiferencia del magisterio para desarrollar los correctivos que pudieran evitar esta situación.
Este es un problema de fondo. Pretender hacer show implica hacer más larga la agonía. El asunto ronda más bien por la ineficacia del Sistema Educativo, la formación de las nuevas generaciones no solo es responsabilidad de los padres de familia, la instrucción de orden empírico que se recibe en el hogar, no es suficiente para afrontar la realidad social del presente. Esta realidad complicada devela obstáculos no solo de orden técnico, si no que implica un estado de recesión permanente que golpea las clases populares afectando la conducta del conglomerado estudiantil, tomando como premisa la ausencia de los elementos que le podrían dar forma a una educación de tipo integral. Se deduce, desde luego, que un estudiante que no se alimenta correctamente no podrá rendir de una manera eficiente. Y si aparte de ese renglón fundamental, esa “instrucción” que se recibe en casa es del todo deficiente, cómo podremos tener buenos alumnos. Luego, se podría tomar en consideración que la preparación de los mentores no solo es obsoleta, si no que los conceptos de ética, eficiencia y apostolado, se han perdido en el fondo del baúl de la indiferencia. El sentido de la certeza tiene que ser una condición social categórica. La educación pública, de carácter cívico, ético y estético, que tiene como fundamento los preceptos de la ciencia, es un deber moral que el pueblo delega en el estado. El aparato estatal como tal, debiera de omitir el discurso de fachada, porque no se puede engañar a nadie si los hechos contradicen al discurso. El cambio es un acto de buena voluntad, los dignatarios y dignatarias que viven del usufructo del presupuesto de la nación, tienen la obligación de desquitar los jugosos salarios que devengan, y en un acto de vergüenza debieran de arremangarse las mangas y buscar una transformación social realista. Usted me dirá cómo: y es interesante el comprender que, finalmente es la “élite de élites” la que viene gobernando. Entonces ellos no quieren hacer el cambio. Luego yo le preguntaría a usted, ¿acaso no se ha dado cuenta...? En el caso de La Educación, ésta más bien debiera de orientarse a tareas prácticas. Parodiando al sociólogo de origen mexicano, el Dr. Antonio Caso, diría que los genios son harina de otro costal, y que dadas las circunstancias se debiera de promover la implementación de Institutos Tecnológicos con la finalidad de producir el Bachillerato en Oficios. No estamos listos para la Educación Estética y quien sabe si lo estemos para la tecnología y la ciencia. Ni el baile en combinación con una música alienada serán elementos formativos de la personalidad, si se analiza que ni siquiera maestros de “ballet moderno y folklórico” tenemos en las escuelas, mucho menos “verdaderos maestros de teatro”, quienes podrían aportar el elemento característico de la formación estética, cuya esencia nos remite al desarrollo de la sensibilidad y el buen gusto y la disciplina. Es de tomar en consideración que NO HAY MAESTROS para esas especialidades, y los pocos que existen ( algunos, pocos, en la capital), han sido marginados por el presupuesto oficial. A quien se le ocurre que un trabajo especializado como lo es el arte, se le debe de pagar el salario de un peón.  Al utilizar “maestros” que desconocen la esencia filosófica estas asignaturas el más perjudicado resulta ser el alumno; a partir de la improvisación con la que se imparte la Educación Estética el resultado seguro será un producto mal formado, y no solo mal formado si no que en la mayoría de los casos se genera un producto alienado, trans-culturizado. Todas esas soluciones improvisadas fueron propuestas por "profesionales" ineptos, que no tuvieron ni siquiera el asco de confundir la Expresión Corporal con el baile, o, el Teatro con el circo, o la educación con la cultura y, el mismo MINEDUC comete el pecado de co-participar en el juego de la ineptitud al pasar por alto la evaluación formal del impacto psicológico que tendrían la implementación estas disciplinas artísticas en los establecimientos escolares. La Reforma Educativa tiene que ser integral. Por supuesto que se impone una revisión exhaustiva del pensum, pero no solo del pensum, si no que también del personal adecuado para impartir las materias en cuestión. De matemáticas, sabemos el resultado de las evaluaciones, de gramática y su complemento obligado: la lectura, mejor ni hablar. Lo que si vale la pena mencionar es que, al igual que sucede en Educación, el mismo Ministerio de Cultura ha resultado ser un fiasco. Uno no puede dejar de preguntarse: ¿Cómo esos alumnos pueden llegar a entender las artes, si ni siquiera son amantes de la lectura? Todos sabemos que la Estética nos remite a una Filosofía del Arte. Mientras se desenmaraña la ineptitud, seguirá vigente en el imaginario colectivo que, la Educación y la Cultura en Guatemala siempre han sido un engaño y el horizonte no es nada halagüeño. El Autor.

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