miércoles, 9 de septiembre de 2015

La Crisis Institucional en Guatemala: "Reprisse de Unas Elecciones de Fachada" Escribe Fredy Ramirez Barrera.



Antes de dar inicio a la temática, quiero indicar que mis opiniones no obedecen a ninguna consigna de nadie y no recibo dinero de nadie. Yo invierto voluntariamente en Internet,  yo invierto tiempo en desarrollar mis ideas y el único fin que me mueve es el poder ser vehículo de la verdad. No le rindo pleitesía a ningún político y no soy miembro de agrupación político-partidaria alguna. La experiencia me enseñó que los “políticos” desconocen las elementales reglas de la ética, tienen instrucción pero carecen de educación. Dicho lo anterior procedo a desarrollar mi entrada concerniente a esta fecha 09/09/15:

Estas eran las exigencias del pueblo: que se legislara a efecto de evitar la re-elección de diputados tal como reza en los Acuerdos de Paz, Estocolmo Suecia 07 de Diciembre 1996 (20): “Acuerdos sobre reformas constitucionales y régimen electoral”. La deplorable actitud de los diputados en contubernio con los miembros del Tribunal Supremo Electoral y la Presidencia de la República desembocó en un proceso electoral atípico. Irregularidades como la inscripción de candidatos de dudosa idoneidad, algunos con antejuicios en contra, más el descubrimiento de la CICIG Y EL M.P. en cuanto al financiamiento que reciben las organizaciones políticas por parte del narcotráfico y del crimen organizado, hicieron que la población dudara de esa elecciones y de esos candidatos. El pueblo manifestó su descontento con protestas multitudinarias, pero, la idea de los "politiqueros" era echar a andar las elecciones porque así lo “manda” el estado de derecho, o más bien porque así se asegurarían que las cosas seguirían igual y ellos podrían ser re-electos, en clara desobediencia a las demandas sociales. Después hicieron un "gran trinquete" para engañar al pueblo utilizando viejas tácticas dilatorias, las que se fueron develando hasta la negatoria de antejuicio en contra del General Pérez Molina. ¿Qué nombre le pondría usted a esa felonía? Ahora el general es sujeto de juicio, no fue un logro del congreso, si   no más bien de las investigaciones realizadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad y el MP. Pero, esto apenas era como un dulce para el pueblo. Después se efectuaron las elecciones. El resultado es el siguiente: más del cincuenta por ciento de los diputados fueron re-electos, muchos alcaldes de dudosa trayectoria volvieron a ganar y los finalistas para segunda vuelta son producto de la consigna de votar por el menos peor. Por un lado: Un señor que se dedica a la parodia y es pastor de “iglesia” apoyado por una plataforma de veteranos militares que supieron aquilatar el voto de los ex-patrulleros civiles, más el capital de un conocido millonario, le hicieron el "milagro" de ser catapultado a segunda vuelta; y por el otro: una señora que ya gozó de las mieles del poder y pretende volver al gobierno “otra vez”, aludiendo al logro de “los programas sociales”. Todos sabemos que los mencionados programas en el fondo quieren decir que el pueblo seguirá sin  capacidad de producir. En fin, más de lo mismo. Esa es la esperanza de esta democracia que nos impusieron los caciques. Más de lo mismo. Como podemos esperar un resultado diferente si el pueblo según mi punto de vista se volvió a equivocar. Díganme si no. ¿Cuáles son los cambios estructurales a favor del desarrollo económico de Guatemala? La mayoría de los candidatos fueron señalados por los expertos de no tener educación cívica, de ser desconocedores de los grandes temas que podrían sacar a Guatemala del atraso. Cuánto se van a gastar sólo en asesoría. Y la conducta de los funcionarios seguirá siendo esa conducta de soberbios autoritarios quienes después de engañar al pueblo lo tratan con una indiferencia que raya en la humillación. Pronto se verá si el pastor no es aprendiz de dictador o si la licenciada en Ciencias de la Comunicación, no termina igual que la Sra. Baldetti. Atención, porque estaremos vigilantes no solo de la conducta del "ganador", si no que de cualquier ilícito que se pudiera presentr en el camino.  
Finalmente, solo queda por manifestar nuestro malestar, considerando que, con un poco más de consciencia pudimos haber aprovechado la coyuntura política y realizar los cambios necesarios para fortalecer nuestra institucionalidad. "Que Dios perdone a los equivocados porque por sus errores pagamos todos". El Autor.

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