Antes de dar inicio a la temática, quiero indicar que mis
opiniones no obedecen a ninguna consigna de nadie y no recibo dinero de nadie.
Yo invierto voluntariamente en Internet, yo invierto tiempo en desarrollar mis ideas y
el único fin que me mueve es el poder ser vehículo de la verdad. No le rindo
pleitesía a ningún político y no soy miembro de agrupación político-partidaria
alguna. La experiencia me enseñó que los “políticos” desconocen las elementales
reglas de la ética, tienen instrucción pero carecen de educación. Dicho lo
anterior procedo a desarrollar mi entrada concerniente a esta fecha 09/09/15:
Estas eran las exigencias del pueblo: que se legislara a
efecto de evitar la re-elección de diputados tal como reza en los Acuerdos de
Paz, Estocolmo Suecia 07 de Diciembre 1996 (20): “Acuerdos sobre reformas constitucionales
y régimen electoral”. La deplorable actitud de los diputados en contubernio con
los miembros del Tribunal Supremo Electoral y la Presidencia de la República
desembocó en un proceso electoral atípico. Irregularidades como la inscripción
de candidatos de dudosa idoneidad, algunos con antejuicios en contra, más el
descubrimiento de la CICIG Y EL M.P. en cuanto al financiamiento que reciben las organizaciones
políticas por parte del narcotráfico y del crimen organizado, hicieron que la población
dudara de esa elecciones y de esos candidatos. El pueblo manifestó su descontento con protestas multitudinarias, pero, la idea de los "politiqueros" era echar a andar las elecciones porque así lo “manda” el estado
de derecho, o más bien porque así se asegurarían que las cosas seguirían igual y ellos podrían ser re-electos, en clara desobediencia a las demandas sociales. Después hicieron un "gran trinquete" para engañar al pueblo utilizando viejas tácticas dilatorias, las
que se fueron develando hasta la negatoria de antejuicio en contra del General Pérez
Molina. ¿Qué nombre le pondría usted a esa felonía? Ahora el general es sujeto
de juicio, no fue un logro del congreso, si no más bien de las investigaciones
realizadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad y el MP. Pero, esto apenas era como
un dulce para el pueblo. Después se efectuaron las elecciones. El resultado es
el siguiente: más del cincuenta por ciento de los diputados fueron re-electos,
muchos alcaldes de dudosa trayectoria volvieron a ganar y los finalistas para
segunda vuelta son producto de la consigna de votar por el menos peor. Por un lado: Un
señor que se dedica a la parodia y es pastor de “iglesia” apoyado por una
plataforma de veteranos militares que supieron aquilatar el voto de los ex-patrulleros
civiles, más el capital de un conocido millonario, le hicieron el "milagro" de ser
catapultado a segunda vuelta; y por el otro: una señora que ya gozó de las
mieles del poder y pretende volver al gobierno “otra vez”, aludiendo al logro
de “los programas sociales”. Todos sabemos que los mencionados programas en el fondo quieren decir que el pueblo seguirá sin capacidad de producir. En fin, más de lo mismo. Esa es la esperanza de esta democracia que nos impusieron los caciques. Más de lo mismo. Como podemos
esperar un resultado diferente si el pueblo según mi punto de vista se volvió a equivocar. Díganme si no. ¿Cuáles son los cambios estructurales a favor del desarrollo
económico de Guatemala? La mayoría de los candidatos fueron señalados por los
expertos de no tener educación cívica, de ser desconocedores de los grandes
temas que podrían sacar a Guatemala del atraso. Cuánto se van a gastar sólo en
asesoría. Y la conducta de los funcionarios seguirá siendo esa conducta de
soberbios autoritarios quienes después de engañar al pueblo lo tratan con una indiferencia que raya en la humillación. Pronto se verá si el pastor no es aprendiz de dictador
o si la licenciada en Ciencias de la Comunicación, no termina igual que la Sra. Baldetti. Atención, porque estaremos vigilantes no solo de la conducta del "ganador", si no que de cualquier ilícito que se pudiera presentr en el camino.
Finalmente, solo queda por manifestar nuestro malestar, considerando que, con un poco más de consciencia pudimos haber aprovechado la coyuntura política y realizar los cambios necesarios para fortalecer nuestra institucionalidad. "Que Dios perdone a los equivocados porque por sus errores pagamos todos". El Autor.
Finalmente, solo queda por manifestar nuestro malestar, considerando que, con un poco más de consciencia pudimos haber aprovechado la coyuntura política y realizar los cambios necesarios para fortalecer nuestra institucionalidad. "Que Dios perdone a los equivocados porque por sus errores pagamos todos". El Autor.