Los preceptos universales se entienden a partir de aquello que bajo
ningún punto de vista puede ser afectado por lo transitorio. Así podemos intuir
las diferencias específicas entre magnitudes y cantidades. La ley de
gravitación universal como un todo, y las leyes particulares derivadas de esa
totalidad. Si decimos que la gota de agua no es nada, traeríamos a colación los
puntos de vista de Pascal, cuando nos dice que una gota, o una piedra, aún en
su mínima pequeñez, cambian la totalidad
de la mar, en la proporción. De ese ir y venir se establece una interrelación de
orden infinito.
Existen pensamientos a los que conviene el calificativo de fugaces, solo si carecen de la consistencia que los
convierta en alguna esencia de tipo necesario, o intencional. El
pensamiento fugaz llega como un reflejo a la mente, y si no es sorpresivo, pasa
de largo para volver a la fuente de donde emanó. Por esa misma razón no se
aloja en el recuerdo, prácticamente
sería como ver llover. Cuando los pensamientos brotan con una
intencionalidad, fluyen del interior de algo –el ser- para provocar algo en un entorno, o directamente a
otros seres con la intención de incitar un efecto, en este caso sería como disparar agua con una manguera contra ese
algo. Aquí estamos hablando de una causalidad en movimiento, y de un efecto
como reacción. Los hindúes, conocen con más amplitud que los cabalistas
hebraicos cómo funciona esta ley. Todas las compensaciones por las acciones
ejercidas tienen como punto de partida lo individual, afectando el plano familiar y el comunitario, hasta
alcanzar el plano nacional y el planetario. Posteriormente se llega a los universales.
Apenas el 13 de Agosto de 2017, se supo del atentado de
Charlottesville, Virginia, USA, y luego, cuatro días después, otro atentado de
la misma índole en un balneario de Barcelona, España, ambos con victimas
mortales y una gran cauda de heridos.
Los siniestros fueron ejecutados en vehículo, por muchachos con problemas
personales de adaptación social. Autoridades de los Estados Unidos capturaron a
James Alex Fields de 20 años, quien fue
acusado de homicidio en segundo grado. Se desconoce si el hechor forma parte de
alguna organización desafecta al «grupo supremacista» conocido como KU KUX KLAN
(KKK). El atentado de España, fue reivindicado por ISIS. Mientras tanto, en
Guatemala, un grupo de pandilleros atentan contra ciudadanos pacíficos –siete
victimas mortales y más de veinte heridos- con la intención de liberar a un
cabecilla, quien sería atendido en un hospital nacional. La estadística de hechos de violencia sin sentido alguno es
interminable. Uno podría escribir y escribir cada episodio sin lograr más que
echar leña al fuego, por qué, pues porque según parece el fenómeno se va a
seguir dando en los puntos álgidos del planeta. Hoy un estado de la Unión
Europea, mañana uno en Asia, pasado otro en América y así consecutivamente. El
principal problema es determinar a qué causalidad obedece este tipo de
reacciones. Los de «derecha» argumentan que son medidas desestabilizadoras de la
izquierda, los de izquierda dicen que estas son las armas tradicionales de los
radicales de derecha, mientras que «El Hezbollah», apela a una Guerra Santa. En
esta forma nos encontramos inmersos en
una discusión sin fin, cuyo fruto es la tragedia.
Fuente de imagen: radiojai.com.ar